Prueba del Mazda CX-5 Diesel 2020: más confort para viajar

No reconocible, pero presente. El modelo 2020 del Mazda CX-5 trae consigo pequeños y sutiles cambios. Visualmente, estos no son visibles a menos que elijas la nueva pintura Gris Polimetálico Metalizado. Las mejoras se han realizado principalmente en términos técnicos, más sobre esto en nuestro reportaje de conducción en vídeo.

 

El lavado de cara aumenta el confort de conducción sin cambios visuales

 

Tres años después del lanzamiento de la segunda generación, se han apretado los tornillos de ajuste. Se han diseñado estabilizadores huecos y amortiguadores dinámicos en los tirantes de la suspensión delantera para evitar vibraciones en el interior. Además, se utiliza un nuevo material de lámina en el techo interior para una mejor absorción de los ruidos de baja frecuencia. Y qué podemos decir, son sólo sutilezas, pero la implementación es audible. El Mazda CX-5 ya era un buen compañero de viaje, pero ahora los ruidos molestos sólo se producen más tarde o a velocidades más altas.

 

También se han introducido sutiles mejoras en términos de confort. Por ejemplo, el asistente de frenada de emergencia con detección de peatones también está activo de noche y la pantalla del salpicadero mide ahora ocho pulgadas en lugar de siete. Por supuesto, Apple CarPlay y Android Auto vienen de serie. Otra novedad es la cámara de 360 grados, que ahora es de serie en la Sports Line.

 

Las mejoras de confort se notan en los viajes largos. Mientras que antes se producían molestos ruidos del viento a unos 130 km/h, ahora sólo son perceptibles a unos 150 km/h. Al mismo tiempo, el confort de marcha ha aumentado y los viajes largos son aún más relajados. A ello contribuye también el potente diésel biturbo de 2,2 litros. Las grandes reservas de potencia pueden utilizarse tanto para aprovechar al máximo la carga útil de 558 kilogramos y la capacidad de remolque de 2.100 kilogramos (en una pendiente del 8%) como para avanzar rápidamente.

 

A pesar de la típica forma de SUV alto, el consumo de combustible no es tan elevado como podría pensarse. Incluso a velocidades muy altas en autopista, el consumo medio es de sólo 7,2 l/100 km. Si se conduce de forma moderada, el consumo se reduce en un buen litro, con una media de entre cinco y seis litros. Por último, pero no por ello menos importante, no tendrás que renunciar a ninguna comodidad en el habitáculo. Haga frío o calor, el Mazda CX-5 está preparado para ello. Al menos si has pedido el paquete Sports Line Plus. No sólo ofrece acabados en madera noble y cuero Nappa, sino también un sistema de ventilación de asientos muy bueno y rápido. Una bendición en los calurosos días de verano. ¿Buscas un coche de ocasión en Madrid? En el concesionario de coches de segunda mano Crestanevada Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.