Prueba Diesel del Kia Sorento: Lujo a un precio económico

En los últimos años, la marca Kia ha pasado de ser una casa de bajo coste a convertirse en una conquistadora. Quien prefiera al encantador surcoreano a un producto más caro pero equivalente, debería hacer urgentemente otro curso de matemáticas básicas. Con el nuevo Kia Sorento, sin embargo, los coreanos se están pasando de la raya. Un SUV de tamaño medio que hace que los coches de lujo de toda la vida parezcan viejos a un precio dos o incluso tres veces superior. Una primera prueba del nuevo Kia Sorento Diesel.

 

En Europa, el Sorento es el buque insignia. Así que es lógico que el modelo incorpore algunas novedades tecnológicas. Un nuevo y mayor nivel de asistencia es uno de los temas. Además de funciones obligatorias como la cámara de 360 grados, el Head-up Display y el asistente de ángulo muerto con corrección de la dirección, el Sorento va un paso más allá. El sistema de advertencia de salida, por ejemplo, no sólo te avisa, sino que también bloquea activamente las puertas si intentas salir del coche después de haber sido golpeado por algo. El asistente activo de ángulo muerto con monitor incluso hace visible el ángulo muerto en la pantalla del conductor y el asistente de aparcamiento remoto (sólo para el diésel) permite aparcar y desaparcar sin necesidad de que el conductor esté al volante con sólo pulsar un botón. Y lo mejor de todo es que todo funciona como debe. Por cierto, el nuevo Sorento incorpora de serie un airbag central entre el conductor y el acompañante. Y a partir de la segunda versión, todo lo esencial está a bordo, todo lo que está por encima es puro lujo.

 

Sin duda, el diseño es siempre cuestión de gustos. Sin embargo, merece la pena fijarse en la grande, que ofrece un detallado juego de luces y sombras en el frontal, según el acabado de pintura que se elija. Es un aspecto expresivo, que lo distingue claramente de la competencia, tanto directa como mucho más cara. Probablemente también porque es el primer Kia con el nuevo lenguaje de diseño. Puedes leer más sobre él en nuestro exhaustivo reportaje de conducción en vídeo.

 

El propulsor es tan nuevo como el propio coche. Un turbodiésel de 2,2 litros y 202 CV destaca sobre todo por su potente aceleración desde bajas revoluciones. El responsable de ello es el impresionante par motor de 440 Nm, que también es la base de la capacidad de remolque de 2,5 toneladas. Sin embargo, lo que realmente hace destacar al propulsor es la transmisión de doble embrague de 8 velocidades con embrague húmedo. Rápida como una DCT clásica pero tan suave como una automática clásica. Una combinación que resulta ser un sueño absoluto. El alto nivel de confort, que hace que prácticamente no se noten los cambios de marcha, también queda patente en un habitáculo bien cerrado. Al final, queda un consumo de 5,4 a 7,6 l/100 km tras el corto trayecto por el Eifel. Tan impresionante como el coche, que sin duda conquistará a la clase media. ¿Buscas un coche de ocasión en Madrid? En el concesionario de coches de segunda mano Crestanevada Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.